Lirio es el nombre común que se emplea para las distintas variedades de Iris germanica pertenecientes a la familia de las iridáceas, con unas 300 especies. Una planta que sin duda nos conquista con su belleza y cuyas hibridaciones han logrado una gama de tamaños y colores abrumadora.

Fueron los griegos los que la bautizaron con el nombre de la diosa Iris, mensajera de los dioses, y hoy en día es una de las bulbosas más populares.

Otro de los aspectos a destacar de estas flores es su fragancia, y es que no solamente nos llenan los balcones de color, sino que muchas de ellas nos regalan un delicioso aroma durante la primavera.

Algunas aclaraciones sobre el término “lirio”

Flores de azucena.

Existe tradicionalmente una típica confusión cuando nos referimos a los lirios, y es que este nombre se emplea popularmente para nombrar a otras plantas con flores monocotiledóneas de tamaño mediano o grande, las liliáceas pertenecientes al género lilium, también conocidas como azucenas.

Lirio de los valles.

El nombre de “lirio” se asocia también otro tipo de plantas, como por ejemplo las calas (Zantedeschia aethiopica), conocidas también como lirios de agua, o al lirio de los valles (Convallaria majalis), una flor popular en Europa al ofrecerse como regalo durante la festividad del 1 de mayo. 

Sprekelia formosissima

En ocasiones también se asocia a la Sprekelia formosissima con la palabra lirio. A esta planta se la conoce como Flor de Lis, y recuerda a una de las más conocidas figuras de la heráldica europea, que a su vez tiene una forma similar a las flores de nuestra Iris germánica, la planta que nos ocupa en este artículo.

¿Cuándo se planta el lirio?

Los bulbos o rizomas pueden sembrarse desde el mes de septiembre hasta el mes de abril, para disfrutar de sus flores durante toda la primavera y el verano. Pueden plantarse en macetas o jardineras, y en el jardín suelen emplearse para darle un toque de color al césped, empleándose en taludes formando bancales de color o en la base de una pared soleada.

Cuidados principales del lirio

El lirio no es una planta difícil de cuidar, y aquellos que tienen experiencia en el cuidado de plantas bulbosas lo tendrán aún mucho más sencillo.

Condiciones ambientales ideales para el lirio

El Iris es un gran fan del sol, y aunque podría cultivarse también en semisombra, a pleno sol garantizarás una bella y abundante floración. Además, su procedencia del este de Europa, donde el clima continental las expone a temperaturas duras y cambiantes, las convierte en plantas bastante resistentes al frío.

¿Qué tipo de sustrato necesito para el lirio?

Es necesario un sustrato de ph neutro, o ligeramente alcalino, generalmente un sustrato universal funcionará bien, pero teniendo en cuenta que para esta planta el drenaje es fundamental. Si el sustrato de tu maceta no contiene perlita, puedes añadirlo para mejorar su aireación. 

Sin embargo, debes de tener en cuenta a la hora de plantarlo que el rizoma se asiente justo en la superficie del suelo, pues si lo plantas demasiado profundo podría pudrirse. En los climas más cálidos, el rizoma debe de quedar justo bajo la superficie del sustrato y necesitas dejar un poco de espacio entre ellos, pues los rizomas podrían darse sombra unos a otros si se encuentran demasiado cerca (aproximadamente unos 20cm. entre unos y otros sería lo ideal).

¿Cómo y cuándo riego mis iris?

A los Iris no les sienta nada bien el exceso de agua, por lo que se recomienda regar aproximadamente una vez por semana, excepto en los meses estivales, en los que se incrementa la frecuencia de riego a dos veces por semana cuando las temperaturas aprietan. No obstante, siempre recomendamos introducir el dedo en el sustrato para conocer sus niveles de humedad.

¿Tengo que abonar los lirios?

Al inicio de la primavera, tus iris agradecerán que los abones con un fertilizante granulado, así como después del comienzo de la floración para potenciarla y que ésta sea más abundante. Sin embargo no es necesario abonarla para que nos regale bonitas flores, siempre que el sustrato sea de calidad.

Un consejo: si decides aplicar un abonado granular, ten en cuenta que este sea bajo en nitrógeno. A los lirios no les gusta demasiado el nitrógeno debido a que se estimulará el crecimiento de nuevas hojas en lugar de flores, y cabe la posibilidad de que el rizoma llegue a pudrirse.

¿Son los lirios resistentes a las plagas?

Aunque se trata de plantas generalmente resistentes a las plagas y a las temperaturas cambiantes, sin el control necesario, y si nos pasamos con la humedad a la que se ven sometidos, son susceptibles al moho gris (Botrytis cinerea) y a otros tipos de hongo como la roya (Puccinia graminis). Recomendamos vigilar de vez en cuando el envés de la hoja por si se detecta la presencia de pulgón. Si observas caracoles o babosas rondando tus macetas o taludes, llévalos lo más lejos posible de tus plantas.