Con diámetros de hasta 20 centímetros, las flores de los amaryllis, o amarilis (Hippeastrum), comienzan a asomar en muchos hogares de cara al final de año, permaneciendo en floración entre uno y dos meses.

Sus bulbos forzados, habituales en la decoración navideña, nos permiten, con los cuidados adecuados, contar con flores de amaryllis hasta el principio del verano. Hoy nos adentramos en el mundo de esta planta bulbosa tan particular.

Una planta con gran cantidad de especies y cultivares

El amaryllis es una planta herbácea perenne, bulbosa, de una gran popularidad e interés ornamental. Pertenecen al género Hippeastrum spp. de la familia Amarilidáceas, donde podemos encontrar hasta cerca de 70 especies y una centena de variedades e híbridos.

Originarios de Centroamérica, llegaron a Europa en el 1700, donde causaron sensación por su original y vistosa apariencia. Y es que una de sus características es que sus bulbos, bien cuidados, pueden durar varias décadas (hay constancia de ejemplares de hasta 70 años).

Además, forman parte de los conocidos como bulbos forzados, es decir, que se les puede hacer florecer fuera de su época habitual mediante el control de la temperatura y la humedad.

El amaryllis puede alcanzar los 40 cm de altura, y sobre sus tallos gruesos se disponen grandes flores de colores malva, rosadas, blancas, etc. que aparecerán desde primavera hasta verano de manera natural. El hippeastrum produce uno o dos tallos que crecen aproximadamente 30 cm con hojas verdes bastante anchas, acordes al tamaño de sus flores. Es por ello que son perfectas para decorar las estancias en invierno y el jardín en primavera. Eso sí, con algunos de los cuidados que os contamos a continuación.

Principales cuidados del amaryllis

Siembra del amaryllis

Si deseas forzar sus bulbos, puedes encontrar bulbos de amaryllis en el centro de jardinería desde el mes de octubre. Si los siembras en contenedor, asegúrate de que éste no es mucho más grande que el propio bulbo.

Otro aspecto importante es que, al contrario que con otros bulbos, como los narcisos o los jacintos, los bulbos de amaryllis no deben de enterrarse por completo al plantarlos, si no que dejaremos un tercio al descubierto.

¿Cuánta luz necesita un amaryllis?

Los amaryllis son bulbos de origen tropical, y aunque necesitan luminosidad para desarrollarse, está debe estar tamizada, es decir, no deben de incidir los rayos de sol directamente sobre la planta. En el jardín, es mejor situarlas en semisombra, junto a arbustos o árboles que puedan proveerles algo de sombra durante gran parte del día. Y en casa, la podemos situar junto a una ventana luminosa a la que apenas incida directamente el sol.

Temperatura

Al ser tropical, su temperatura ideal debe permanecer en torno a los 20°C, por ello en invierno los conservamos en el interior, pues además son muy decorativas, especialmente las rojas y rosadas durante la Navidad. Sin embargo, y como ocurre con la mayor parte de plantas de interior, deberemos evitar colocarlo cerca de la calefacción u otras fuentes de calor directo.

Regar amaryllis

Los amaryllis son plantas que requieren de cierta humedad y riegos regulares, pero siempre evitando encharcamientos. Cuando acaban de brotar, al ser más pequeñas, las regaremos con menor cantidad de agua, la cual iremos incrementando poco a poco a medida que sus varas vayan creciendo.

Recuerda no abusar de los riegos, pues si no podrían aparecer los temidos hongos, o plagas de gusanos.

Abonado de los amaryllis

Aunque puede abonarse con un fertilizante granulado de liberación lenta, lo cierto es que en la mayoría de los casos, si no lo haces, disfrutarás también de una magnífica floración, pues el bulbo cuenta con todos los nutrientes necesarios para la planta. Con el abonado, lo que puedes conseguir es prolongar un poco su floración.

¿Te gustaría disfrutar de la belleza de los bulbos de amaryllis? Puedes plantar bulbos de amaryllis hasta inicios del mes de marzo. En tu centro de jardinería podrás encontrar bulbos de amaryllis Rocalba en múltiples colores. ¡Anímate a plantar este espectacular bulbo!