Cultivar tus propios alimentos en casa es una experiencia enriquecedora a cualquier edad, pero hacerlo en familia con los más pequeños tiene un valor añadido. Un huerto urbano con los más pequeños no solo les enseña de dónde vienen los alimentos, sino que también les ayuda a desarrollar habilidades esenciales, fomenta su respeto por la naturaleza y refuerza vínculos familiares a través del trabajo en equipo.

Cuidar de un pequeño huerto en casa aporta beneficios emocionales, educativos y medioambientales. Los niños descubren el ritmo de las estaciones, aprenden a responsabilizarse de sus tareas y disfrutan viendo cómo sus plantas crecen día a día. Además, cultivar en casa permite consumir alimentos frescos y de temporada, reduciendo la huella ecológica.

En este post te contamos cómo hacer un huerto urbano con los más pequeños y te proponemos cuatro cultivos fáciles y divertidos, perfectos para iniciar a los niños en el mundo de la jardinería.

Beneficios de crear un huerto urbano con niños

Despierta su curiosidad por la naturaleza

Tener un huerto urbano con los más pequeños es una forma de despertar su curiosidad por el entorno. Observar cómo una semilla se transforma en una planta con flores y frutos les permite comprender de forma práctica los ciclos naturales. Además, cultivar en casa les anima a hacer preguntas, investigar y descubrir el entorno natural de manera divertida.

Fomenta el respeto por el medio ambiente

A través de la jardinería educativa, los niños aprenden la importancia de cuidar de las plantas, valorar los recursos naturales y entender cómo afectan sus acciones al medio ambiente. Además, les podemos enseñar a reciclar, reutilizar envases para sembrar y aprovechar el agua de lluvia, contribuyendo así a un estilo de vida más sostenible.

Promueve una alimentación saludable

Cultivar sus propios alimentos motiva a los niños a probar nuevas frutas, hortalizas y verduras. Al participar en todo el proceso, desde sembrar hasta cosechar, se sienten más predispuestos a incluir estos productos frescos y naturales. Un huerto urbano con los más pequeños se convierte en una herramienta educativa para hablar de nutrición y buenos hábitos alimentarios.

Potencia el tiempo de calidad en familia

Montar y cuidar un huerto urbano con los más pequeños es una actividad que une a toda la familia. Permite desconectar de pantallas, compartir tiempo al aire libre y trabajar en equipo para conseguir un objetivo común. Sembrar, regar y cosechar juntos refuerza vínculos y crea recuerdos positivos que los niños conservarán toda la vida.

4 cultivos fáciles y divertidos para sembrar con niños

Rabanitos

Los rabanitos son una de las hortalizas más agradecidas para un huerto urbano con los más pequeños. Ideales para sembrar en cualquier época del año, se desarrollan rápido, ya que desde la siembra hasta la cosecha pasan apenas 4-6 semanas. Esto permite a los niños ver resultados en poco tiempo, manteniendo su interés. Necesitan un lugar soleado, riegos regulares y mantener la tierra ligeramente húmeda.

Calabacín

El calabacín es otra opción excelente para un huerto urbano con los más pequeños. Sus flores son grandes y llamativas, y da frutos abundantes en verano. Puedes cultivar en macetas de al menos 30 litros. Solo necesita un lugar con buena exposición al sol y riegos frecuentes. A los niños les encanta ver cómo aparecen las flores amarillas y cómo, casi sin darse cuenta, se transforman en calabacines listos para recoger.

Zanahorias de colores

Cultivar zanahorias en casa es todo un clásico, pero las zanahorias de colores añaden un extra de diversión para los niños. Existen variedades moradas, amarillas y naranjas. Son perfectas para sembrar en huertos urbanos con recipientes profundos. Necesitan una tierra suelta, sin piedras, riego constante y sol directo. Ver cómo crecen bajo tierra resulta todo un misterio emocionante para los pequeños jardineros.

Guisantes

Los guisantes son perfectos para cultivar en casa con niños porque germinan rápido y se desarrollan bien en recipientes medianos. Son plantas trepadoras que permiten crear pequeñas estructuras con cañas o hilos, lo que resulta muy entretenido para los más pequeños. Necesitan una ubicación soleada, tierra bien drenada y riegos moderados. Cosechar sus vainas verdes, abrirlas y encontrar las bolitas dulces en su interior es una actividad que les encanta.

Más ideas para cultivar en familia

Si te has quedado con ganas de más, no te pierdas la publicación de Marta Rosique de Planteaenverde donde nos cuenta sus  seis cultivos preferidos para hacer con niños. En ese vídeo descubrirás opciones distintas a las de este post: girasol, tomate cherry, aromáticas como albahaca y cilantro, judías y lechugas.

En Rocalba nos encanta impulsar proyectos educativos que conectan a los más pequeños con la naturaleza. Por eso, tras la DANA que afectó València el pasado octubre de 2024, Rocalba se unió a la iniciativa impulsada por COMPO para ayudar a los huertos escolares de los centros afectados puedan volver a la vida cuanto antes. Puedes descubrir más sobre esta bonita iniciativa en nuestro post “Cuando el huerto vuelve al cole: educación, naturaleza y resiliencia tras la DANA”.