Hay quien dice que no hay nada, ni nadie que sea imprescindible pero lo cierto es que no
es así porque hay cosas a las que no debemos ni podemos renunciar. Es el caso de la
lechuga, la zanahoria, los pepinos, la berenjena, el calabacín y los tomates.

6 imprescindibles a los que no puedes decir ¡no! esta primavera. Es hora de empezar a
planear tu huerto ¿empezamos?

Lechuga (Lactuca sativa)

La parte más complicada de la lechuga es, sin duda, decidirte por una de ellas, porque por lo demás es una de las verduras más fáciles de cultivar. Eso sí, lo más importante será
elegir una variedad adecuada para el clima en el que te encuentres.

Existen multitud de variedades, sin embargo, te vamos a hablar solo de algunas de ell
como la Hoja de Roble, una variedad de lechuga con hojas de color rojo bronce, divididas,
de rizado medio y muy tiernas. Muy apreciada en ensaladas por su bonito colorido.

Otra variedad es la Maravilla de Verano adaptada a ser cultivada casi todo el año, pero
sobre todo en verano por su resistencia a la subida a flor. Sus hojas redondeadas son muy
anchas, de verde oscuro con pigmentaciones moradas, con bordes rizados y superficie
rugosa y textura crujiente. Forma un cogollo redondo aplanado, duro y denso.

Por último, la lechuga Batavia, variedad de primavera y verano. Hojas ligeramente
abollonadas, consistentes y crujientes. Forma un cogollo voluminoso y denso.

Para su cultivo sembrar superficialmente en tierra fina. Para un máximo y rápido
desarrollo conviene fertilizar y mantener el cultivo siempre húmedo. Para la cosecha:
recoger hojas tiernas y grandes a medida que se van produciendo.


Berenjena (Solanum melongena)

La berenjena es uno de los ingredientes estrella del verano, no es exigente en cuidados
pero necesitan su espacio (y mucho sol). Existen muchas variedades pero las más
comunes y versátiles son: la berenjena Black Beauty y la berenjena Listada de Gandía.

Tendrás que tener cuidado con la temperatura porque marzo y abril pueden ser
traicioneros así que si en la zona en la que vives las temperaturas son más propias de
invierno que de primavera, siembra en semillero para que germine bien.

Si el cultivo lo empiezas desde el inicio, conviene dejar macerar las semillas en agua 24 horas para facilitar la germinación. Una vez tengas las plántulas, trasplántalas a un terreno con suelo profundo y rico en materia orgánica, dejando un espacio entre planta y planta de al menos 50 cm, pues es una planta que alcanza grandes dimensiones. Para su
desarrollo y floración necesitará temperaturas elevadas y una fuerte exposición al sol.

Zanahoria (Daucus carota)

A pesar de que la zanahoria es un cultivo todoterreno, para no fracasar es importante
hacer una buena siembra, puesto que es la parte más difícil. Por lo general a las zanahorias
les convienen tierras sueltas y bien abonadas. A la hora de sembrarlas lo mejor es hacerlo en líneas rectas en el terreno definitivo y aclarar dejando las plantas distanciadas a 6-7 cm.

Una de las variedades más comunes es la Nantesa 2, variedad de raíz con una longitud
media de 15 a 18 cm, de forma cilíndrica, con extremo redondeado y sin corazón. La piel
es fina y el color es naranja fuerte.

Otra zanahoria común es la Amsterdam, variedad de rápido crecimiento, de hojas finas
de color verde claro y raíz delgada, cilíndrica de punta obtusa, de 16 cm de longitud, sin
corazón y de carne color anaranjado fuerte.

Por lo que respecta a sus cuidados, son muy fáciles; además es una excelente
compañera de: berenjenas, tomates, lechugas, flores como las caléndulas o aromáticas
como la albahaca.


Pepino (Cucumis sativus)


Originario de Asia, su cultivo está extendido en todo el mundo y no es casual porque a
nadie se le escapa que es una hortaliza con excelentes propiedades nutricionales y rica en
antioxidantes, además de un sabor que reconforta cuando el calor aprieta.

Su proceso de siembra no es complicado, sin embargo, sí es exigente en calor. Para que
se desarrolle correctamente hay que mantener el terreno siempre fresco, pero sin
encharcar, ya que es muy sensible a la pudrición de raíces.

Por lo general se cultivan pepinos tipo español, que son gruesos y de tamaño medio, como la variedad Marketer. Se trata de una variedad de crecimiento vigoroso, con floración
monoica (machos y hembras por separado). Los frutos son de color verde oscuro, con
espinas de color blanco no muy abundantes, con 17 a 19 cm de longitud en su estadio de
aprovechamiento.

Existen otros tipos de pepinos menos comunes llamados Holandeses, que son mucho más
largos y lisos. Por ejemplo, la variedad Telegraph, produce frutos de 30 a 45 cm de
longitud, de piel lisa, de color verde oscuro, bien formados y de excelente sabor. Como dato de interés, conviene entutorar las plantas para mejorar la calidad de los frutos,
al no estar en contacto con el suelo.

Calabacín (Cucurbita pepo)

Conocido también como zucchini o zapatillo, aunque no lo creas es un tipo de calabaza,
cuyos frutos se recolectan cuando sus semillas inmaduras y su piel aún es blanda y
comestible.

Existen multitud de formas, tamaños y colores, algunas de las variedades más comunes
son el calabacín Black Beauty, de frutos largos, cilíndricos, de color verde oscuro y brillantes, con ligero jaspeado claro; y el calabacín Bianca di Trieste, que
produce frutos de color blanco cremoso de tamaño medio largos y cilíndricos; o el
calabacín redondo di Nizza, que produce frutos redondos de color verde claro con vetas
oscuras, de unos 8 a 10 cm de diámetro y de excelente calidad.

Para cultivarlos necesitaremos terrenos profundos y ricos. Exposiciones soleadas y
mantener humedad constante en suelo, pero sin exceso.

Tomate (Solanum lycopersicum)


¿Quién puede resistirse a su sabor? Se cultiva en nuestros huertos desde hace poco más
de dos siglos, sin embargo, en este período de tiempo tan corto ha alcanzado una
expansión extraordinaria, sobre todo en nuestro país. Es un cultivo de verano, ya que
necesita calor, para prosperar, aunque la plantación en invernaderos permite obtener
cosechas durante todo el año.

El tomate es un cultivo de verano, que para completar su ciclo, necesita calor, aunque
tenemos que vigilar, ya que un exceso de temperaturas aborta las flores. Planta al sol,
pero siempre vigilando la poda, porque una alta insolación dañará los frutos.

No requiere grandes exigencias en cuanto al suelo, todas las tierras sanas y mullidas son
adecuadas para el cultivo del tomate eso sí, habrá que prestar especial atención al calcio del suelo. Si cumplimos todas estas pautas el tomate crecerá vigorosamente y producirá abundantes
cosechas en las tierras ricas en mantillo, o fuertemente abonadas con compost.

Hay muchos tipos de tomates disponibles para cultivar, cada uno con diferentes formas,
tamaños y sabores. Aquí te presentamos una colección muy especial de tomates, Tomate
Farmer
en la que encontrarás diferentes tipos de tomates que podrás elegir.