La estación de las flores está a la vuelta de la esquina, por lo que comienza el despertar del jardín y la actividad frenética del huerto. Marzo y abril son los meses idóneos para revisar y llevar a cabo los cuidados necesarios de tu jardín de cara al buen tiempo. Es cierto que los días fríos y soleados todavía se alternan, pero es el mejor momento para cuidar el jardín para que luzca bonito con la llegada del verano.

 Aunque no nos demos cuenta, el invierno ha causado estragos en nuestro jardín. El frío, la lluvia y las heladas son la combinación perfecta para destruirlo, tanto de manera visible como invisible.

Preparar el suelo

Las bajas temperaturas tienden a apelmazar el terreno, complicando mucho que la vida rebrote. Añadido, las lluvias cuantiosas han arrastrado consigo buena parte de los nutrientes del sustrato.

Por lo que tendremos que comenzar a cavar y romper los terrones del terreno. Bastará con cavar los primeros centímetros de la superficie entre 20 o 30 cm. Permitiendo la aireación y poder aportar sustrato nuevo o abono y mezclarlo.

Si tienes un huerto, es importante realizar una rotación de cultivos para evitar la acumulación de plagas y enfermedades en el suelo.

Protege las plantas

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Si hemos tomado las precauciones necesarias, la gran mayoría de nuestras plantas habrán sobrevivido a los rigores del invierno. Si este no es nuestro caso, el punto de partida debe ser eliminar las plantas muertas o heladas.

No olvides que en algunos lugares, las temperaturas pueden fluctuar durante la primavera, lo que puede ser peligroso para las plantas. Es importante proteger las plantas delicadas con mantas o cubiertas cuando hay riesgo de heladas o temperaturas extremadamente bajas.

Controla las malas hierbas

Aprovechando los meses de frío, las malas hierbas tienden a proliferar enormemente. No solo será preciso eliminarlas: es fundamental arrancar sus raíces para evitar que vuelvan aparecer.

El césped

Es momento de empezar a sanear el césped, lo ideal es que comencemos a segar con cierta regularidad. Una labor que debe estar acompañada de ir retomando, poco a poco, una pauta de riego acorde con el aumento de temperaturas.

Después de este primer corte de césped, además, es importante realizar una abonado para su fortalecimiento.

Plantar semillas

A medida que la temperatura sube, es el momento perfecto para sembrar semillas. En marzo y abril, muchas plantas anuales y vegetales como los tomates, los pimientos y los pepinos, pueden ser sembrados en el interior o directamente en el jardín si las temperaturas son cálidas.

Recuerda seguir las instrucciones del paquete para asegurarte de que las semillas se plantan a la profundidad adecuada y a la distancia correcta.

Cuidado con las tuberías

Para evitar que nos pille el toro cuando suban las temperaturas, es el momento perfecto para ver si el riego funciona plenamente. El frío y las heladas han podido romper alguna de sus mangueras. O, incluso, bloquear la salida del agua en los aspersores o goteros.

Si sigues estos consejos tu jardín o tu huerto seguro que estará mucho más hermoso y saludable durante toda la temporada de primavera.