La asociación y rotación de cultivos son prácticas muy utilizadas en agricultura ecológica, debido a que promueven el control natural de las plagas y enfermedades y el aumento de la biodiversidad de los agroecosistemas. ¿Conocéis cuáles son las diferencias entre estas técnicas y cómo podéis llevarlas a cabo en vuestro huerto?

¿Qué es la rotación de cultivos?

La rotación de cultivos, también conocida como “policultivo” consiste en alternar diferentes cultivos en una misma parcela a lo largo del tiempo. Esta serie de cultivos en el tiempo se planifica con el objetivo de aumentar la biodiversidad, de minimizar el consumo de productos auxiliares y de minimizar la incidencia de plagas, enfermedades y plantas adventicias. Normalmente la parcela se divide en subparcelas en cada una de la cual se planta un cultivo

¿Qué debemos tener en cuenta para planificar la rotación de cultivos?

  • Exigencias clima y suelo: debemos incluir en la rotación variedades tradicionales ya que son las que mejor adaptadas están al clima y suelo de nuestro huerto.
  • Características morfológicas de los cultivos: deberemos alternar cultivos con diferentes características. Por ejemplo es interesante alternar cultivos con raíces profundas (zanahoria, habas, alcachofas, etc) con otros de raíces más superficiales (cebolla, lechuga, patata) para que hagan uso de todas las capas del suelo.
  • Características fisiológicas: es importantes alternar plantas mejorantes (como las leguminosas que fijan nitrógeno en el suelo) con esquilmantes (los cereales son más exigentes en nitrógeno, las crucíferas en azufre, etc.). Como regla general se deben alternar cultivos muy exigentes (tomate, berenjena, puerro, calabaza) con otros menos exigentes (calabacín, rábano, ajo). También es importante incorporar cultivos limpiadores, que son aquellos que como la patata o la col, crecen rápido y cubren el terreno de forma que impiden la proliferación de adventicias.
  • Conocimiento de plagas y enfermedades incidentes: se deben alternar especies que se vean afectadas por diferentes plagas. Como regla general se ha de evitar cultivos seguidos de la misma familia. Entre familias también se pueden producir incompatibilidades, la más conocida es que no se deben cultivar seguidas las solanáceas (tomate, pimiento, berenjena, etc.) y las cucurbitáceas (melón, pepino, calabaza, etc.)
  • Parte de la hortaliza que se consume: esto viene vinculado con los nutrientes que requieren. En general las hortalizas de hoja requieren más nitrógeno, las de raíz y tubérculos, más potasio y las de fruto, más fósforo.
  • El ciclo de los cultivos: es importante para organizar la rotación de cultivos el conocer las fechas de siembra y recolección, de esta forma podremos escalonar nuestra cosecha. Puedes consultar nuestro calendario de siembra para organizarte.

Los beneficios de esta técnica de cultivo son:

  • Se aprovechan mejor los recursos como el agua y nutrientes.
  • Se evita la proliferación de plantas adventicias.
  • Mayor protección frente a plagas y enfermedades. Hay estudios que apuntan a que en policutivo la incidencia de las plagas es mucho menor.