Los que cuentan con plantas en el jardín, terraza o balcón, habrán observado que sus cactus crecen y se ponen más grandes año tras año, mientras que sus petunias claramente se marchitan con la llegada del frío.

Y es que las plantas, como seres vivos, cuentan con un ciclo vital, aunque éste puede ser bastante diferente entre unas plantas y otras. Hoy, en el blog de Rocalba, nos ponemos un poco científicos y nos preguntamos: ¿cuánto viven las plantas?

Los ciclos de vida de las plantas

El ser humano se ha esforzado durante siglos en analizar, estudiar y clasificar a las plantas en base a diversas variables. Sin embargo, la naturaleza es caprichosa, y clasificar a las plantas en función de la duración de su ciclo vital es realmente un trabajo complejo.

De este modo, encontramos plantas que siendo consideradas bianuales en ciertos climas, en otros se comportan como plantas perennes, precisamente porque se encuentran más cómodas en unos lugares que en otros. Es más, algunas plantas, como los geranios o los pensamientos, agrupan especies que pueden ser tanto anuales, como bianuales o perennes.

Plantas anuales

Las plantas anuales o plantas de temporada son aquellas que cumplen con todo su ciclo vital (nacen, crecen, florecen, se reproducen y mueren) en una sola temporada, que en muchos casos, comienza en primavera y finaliza con las primeras heladas.

Encontramos algunos ejemplos en la huerta, como sucede con los tomates, la berenjena o la lechuga, pero también en el jardín encontramos a las variedades más comerciales de la petunia, el geranio, las vincas, las zinias o las lobelias, que se cultivan como anuales.

En los climas con ausencia de heladas, muchas de ellas pueden florecer de nuevo al año siguiente, pero no lo harán con la misma fuerza que en la primera floración.

Plantas bianuales

Las plantas bianuales o bienales se caracterizan por entrar en una especie de letargo que divide su vida en dos capítulos, aproximadamente dos temporadas. En la primera de ellas crecen y se desarrollan, y en la segunda, dan flores y frutos.

La consideración de planta bianual es la más relativa, pues es la que depende en mayor medida del clima que habite la planta: es el caso del pensamiento, que en función del clima en el que se desarrolle, puede considerarse anual, bianual o perenne.

Las plantas que suelen cultivarse en ciertos climas como bianuales son el alhelí, las prímulas o la malva real. En el huerto también contamos con algunos ejemplos, como la zanahoria, el perejil o la espinaca.

Plantas perennes

Por último, encontramos las plantas perennes o vivaces. Se trata de plantas herbáceas (no leñosas) que duran más de dos años y esta clasificación hace referencia habitualmente a plantas y arbustos pequeños, aunque también puede aplicarse a árboles y arbustos de mayor tamaño.

Es por ello que, en este contexto, podemos hablar de plantas que viven aproximadamente como un ser humano, como un naranjo o un rosal, hasta algunas que pueden alcanzar los miles de años como algunas secuoyas.

Volviendo a las herbáceas, generalmente, su parte aérea decae durante el invierno, aunque sus raíces continúan activas. Por ello, cuando regresa el calor, rebrotan, y podemos encontrar floraciones de vivaces desde mediados del invierno hasta finales de otoño.

Estas plantas son más resistentes que las anuales y bianuales y entre ellas encontramos algunas plantas habituales del jardín como la gazania, la dipladenia, la buganvilla, el crisantemo, la lavanda o los bulbos de flor, así como plantas del huerto como la alcachofa, el ajo o los espárragos.

A la hora de elegir las plantas que vamos a sembrar en el jardín para disfrutar de sus flores, es recomendable tener en cuenta el ciclo vital de las plantas, así como para planificar los cultivos que dispondremos en nuestra huerta.