Con la llegada del nuevo año y la planificación de la nueva temporada de huerta, ya hemos seleccionado algunas de las plantas que ocuparán nuestras parcelas, macetas y mesas de cultivo.

Sin embargo, las plantas más frioleras, necesitarán unas condiciones de temperatura concreta para germinar y desarrollarse correctamente. Esto se consigue mediante semilleros, generalmente pequeñas macetitas en las que situamos las semillas para que germinen dentro de casa, lo que acelerará el proceso y evitará que nuestras plantitas se congelen o que no lleguen a germinar.

Cuando hablamos de semilleros debemos destacar que puedes encontrarlos de varios tipos y que no todas las plantas del huerto los necesitarán para crecer. Hoy, en el blog de Rocalba, nos adentramos en el mundo de las cosechas tempranas, y veremos cómo los semilleros nos pueden ayudar en ello.

¿Qué tipos de semillero existen?

Existen hoy en día diversos contenedores, bandejas y soportes que se emplean como semilleros. A muchos, al pensar en semilleros, nos vienen a la cabeza las clásicas bandejas de plástico oscuro con alveolos, aunque podemos encontrar también mini-invernaderos calefactados, semilleros y bandejas calefactadas mediante conexión eléctrica.

Además también verás en los lineales el centro de jardinería semilleros de turba biodegradable, ya sea en bandeja o en macetitas, así como pastillas de turba o de fibra de coco, que se humectan, aumentando su volumen, permitiendo situar las semillas en su interior. Estos recipientes biodegradables cuentan con una ventaja, y es que nos permiten el trasplante sin necesidad de retirar las macetitas o las pastillas, de forma que la planta siempre sufrirá menos con el proceso.

¿Qué plantas se suelen germinar en semilleros?

En primer lugar, sería ideal diferenciar aquellas semillas que se conforman tan sólo con permanecer en interiores dentro de su semillero, y las que requieren una dosis de calor extra para germinar de forma más eficaz.

También debes saber, que dependiendo de la época del año, algunos cultivos podrán prescindir del semillero, debido a que las condiciones ambientales del exterior son adecuadas para su germinación, como es el caso de la primavera en regiones templadas o cálidas

Por ello, la orientación que vamos a dar se corresponde a aquellos cultivos que se siembran en los meses más fríos con la intención de adelantar las cosechas.

Por ejemplo, es preferible emplear semilleros calefactados para favorecer una germinación más rápida en las semillas de tomate, pimiento o berenjena, melón, sandía o calabacín. Estos cultivos requieren de temperaturas más cálidas y controladas que el resto para germinar.

También es recomendable germinar lechugas, alcachofas, apios, puerros, acelgas, habas o judías en semilleros dentro de casa, aunque, si vives en un clima más cálido, no requerirán del calefactado.

¿Cuál es el proceso de germinación en un semillero?

En primer lugar, es necesario que nuestros semilleros cuenten con algún agujero que permita un correcto drenaje del agua de riego.

Es recomendable también emplear un sustrato nuevo y ligero que favorezca este drenaje. Puedes mezclarlo con perlita para que éste permanezca aireado. Rellenaremos ligeramente las macetitas o las bandejas con el sustrato sin compactarlo demasiado.

De hecho, tras el primer riego, comenzará a compactarse por sí mismo, por lo que simplemente le daremos unos toquecitos a la maceta para asegurarnos de que el sustrato se distribuye correctamente por todo el contenedor.

Una vez hayamos rellenado con sustrato los semilleros, comenzaremos con la siembra, añadiendo unas dos o tres semillas por semillero y cubriéndolas muy ligeramente con un poco de sustrato. Las semillas deben de estar muy cerca de la superficie, pues si tienen demasiado peso encima les costará más germinar.

Tras la siembra, regaremos ligeramente todo el semillero, con cuidado de no desplazar las semillas del lugar en el que las hemos sembrado. Tenemos la opción de cubrirlo después con una capa de vermiculita, la cual mantendrá la humedad del semillero tras el riego.

Y ahora toca vigilar que el semillero esté constantemente húmedo, pero nunca encharcado, pues en ese caso podrían aparecer los temidos hongos.

Y finalmente, ten siempre en cuenta la regla del trasplante para conocer cuándo es el momento de cambiar la planta del semillero a su hogar definitivo: la plantita estará lista cuando su altura sea igual o ligeramente superior a la profundidad del semillero en el que la has sembrado.

Es el momento de sembrar en semillero para adelantar las cosechas, desde Rocalba te animamos a consultar nuestro calendario de siembra y a seleccionar los cultivos para la temporada.