El frío puede ser un enemigo de nuestra piel, secándola y agrietándola, algo que puede resultar molesto y que además hace que nuestro rostro no tenga el mejor aspecto. Pero además de proteger la cara con una buena crema hidratante para el invierno, a veces descuidamos una zona fundamental: nuestros labios.

Hoy, en el blog de Rocalba, te mostramos cómo puedes hacer tú mismo un bálsamo labial natural y casero de forma muy sencilla, una fórmula que te servirá para nutrir tus labios de cara a los próximos meses fríos. ¡Apunta que comenzamos!

¿Cómo se fabrica un bálsamo labial?

Los bálsamos labiales caseros no son muy complicados de hacer, se trata esencialmente de un ungüento, una mezcla de aceites y hierbas aromáticas combinados con cera de abeja, la cual ayuda a solidificar el producto.

En función de las cantidades de cera y aceite aplicadas contaremos con un producto más o menos espeso. Hoy te avanzamos unas proporciones concretas, pero si lo fabricas en más de una ocasión puedes ajustar las cantidades de cera y aceites hasta dar con tu textura perfecta.

El ingrediente estrella para este bálsamo es la caléndula, una planta aromática que cuenta con múltiples beneficios, tales como suavizar y calmar la piel. Añadir esta planta a la receta de bálsamo labial proporcionará a nuestros labios la nutrición y protección necesaria incluso en los días más fríos del invierno.

Ingredientes que necesitarás

  • 100 mililitros de aceite de oliva
  • Una cucharada sopera de flores de caléndula
  • 15 gramos de cera de abejas
  • 1 cucharada de aceite de coco
  • 1 cucharada de manteca de karité
  • Un tubo de bálsamo labial o una cajita de las empleadas para añadir vaselina

*Opcional: unas gotitas de un aceite esencial a tu elección.

Procedimiento para hacer tu propio bálsamo labial

Para tener uno a mediados de enero, deberás de mezclar los pétalos de caléndula con el aceite y dejarlos macerar al menos un mes. Con esta cantidad podrás elaborar la receta varias veces para regalar un detalle casero también a un ser querido o para guardar alguno más si se termina.

Una vez reposado, colaremos el aceite para que no quede ningún residuo sólido y lo mezclaremos con el aceite de coco, la manteca de karité y la cera de abejas a fuego medio. Tendrás que remover y esperar a que toda la cera se haya derretido.

Una vez que esté todo derretido y bien mezclado, verteremos la mezcla en los tubos de bálsamo labial o cajitas con las que contemos, que poco a poco se irán solidificando. Una vez se hayan enfriado y solidificado ¡ya contarás con tu bálsamo casero en tus manos!