El césped nos encanta, y el verano es una de las estaciones en las que más nos gusta disfrutarlo. Sin embargo, cuando le damos mucho uso y llega una gran ola de calor, debemos de tener una serie de precauciones que nos permitirán disfrutar de un césped verde, sano y sin calvas durante todo el verano.

Hoy en el Blog de Rocalba te contamos algunos trucos para ayudar al césped a permanecer en su estado óptimo, también durante esas olas de calor en las que sufrimos tanto nosotros como nuestro césped.

La siega del césped, fundamental

Dependiendo del tipo de mezcla utilizada (algunas crecen mucho más rápido que otras), la frecuencia de la siega será distinta, aunque en términos generales se recomienda segar el césped aproximadamente una vez por semana.

La peculiaridad de la siega en verano en comparación con las del resto del año es la altura a la que debes dejar el césped, más alto de lo habitual. La razón es que las temperaturas excesivamente altas ya de por sí estresan al césped, y si se queda demasiado corto, éste quedará más descubierto ante el sol, debilitándose, lo que puede dar lugar a la aparición de enfermedades.

Si lo dejas dos o tres centímetros más alto de lo habitual durante los meses de más calor, éste será capaz de autoprotegerse más, ofreciendo más sombra a sus propias raíces y salvaguardándolas así del calor. Sin embargo, esto está muy condicionado por el tipo de mezcla empleada, con técnicas distintas en función de si el césped es más o menos resistente al calor.

Si el césped está demasiado seco, lo mejor es esperar a la siega tras el riego, cuando el césped ya no se encuentra tan estresado. Además, revisa el equipo de siega para asegurarte de que está en las mejores condiciones, pues un corte limpio será menos estresante.

¿Cómo y cuánto hay que regar el césped en verano?

Al contrario de lo que se podría llegar a pensar, no es recomendable regar el césped a diario, pues demasiada humedad constante puede dar lugar a la aparición de hongos, con los cuales es más complicado luchar.

El riego debe ser abundante (aproximadamente unos 25-30 litros por metro cuadrado durante las olas de calor), pero lo idóneo es espaciar los riegos, esperando a que el césped se seque y comience a estresarse un poco antes de volver a regar. Pronto podrás detectar “a ojo” cuándo es el momento adecuado.

Espaciar los riegos cada 2 o 3 días será suficiente para contar con un césped hidratado todo el verano. Lo idóneo es emplear un sistema de riego automático que pueda regar a primera hora de la mañana para que las hojas no se quemen. Estos sistemas además riegan poco a poco, controlando la cantidad de agua en cada metro cuadrado y evitando los encharcamientos que tan perjudiciales pueden llegar a ser para el césped.

¿Es necesario fertilizar el césped en verano?

Si realizas un aporte de fertilizante de liberación lenta durante el mes de marzo y otro durante el mes de junio, evitarás tener que fertilizar durante los dos meses de más calor.

En verano, nuestro césped ya tiene bastante con que lo pisemos, nos tumbemos y lo mojemos con el agua de la piscina. Evitaremos pues llevar a cabo durante estos meses acciones agresivas de mantenimiento que puedan estresarlo, como el abonado, el escarificado o el aireado.

Otras recomendaciones para proteger el césped contra el calor extremo

Para finalizar, recomendamos que tu sistema de riego cuente con un temporizador, especialmente si no te gusta madrugar durante las vacaciones.

Y si no te ha dado tiempo a sembrar césped este año, ¡Tampoco lo hagas en verano! tocará esperar al otoño o a la primavera para disfrutar de tu manto verde de césped.

En tu centro de jardinería de confianza puedes consultar las mezclas de semillas de césped más adecuadas para tu clima, y para el uso que le quieras dar. En Rocalba contamos con una amplia selección de mezclas cespitosas para cada gusto y necesidad, consulta qué césped es el más adecuado para ti.

Etiquetado en:

, , , ,