De entre todas las plantas ornamentales que pueden decorar tu jardín, terraza, balcón e incluso el interior de tu hogar, existen unas un poco particulares: las plantas acidófilas.

¿Qué es una planta acidófila?

Las plantas acidófilas se sienten cómodas cuando viven en un suelo ácido. El pH del suelo nos indica la alcalinidad o acidez del sustrato sobre el que sembraremos nuestras plantas ornamentales, hortícolas o aromáticas.

Los suelos con un pH por debajo de 7 son considerados ácidos, los que cuentan con un pH de 7 se llaman neutros, y todos los que tienen un nivel superior a 7 se consideran básicos o alcalinos.

Y tal vez alguien se preguntará ¿pueden cultivarse en el mismo sustrato plantas que cuentan con unas necesidades de pH de 4,5 en el suelo y otras que lo necesitan con un pH de 6? Lo cierto es que, aunque llamemos acidófilas a todas las que necesitan un suelo ácido, unas requieren de mayor acidez que otras en el sustrato, por lo que cuanto mejor cubramos las necesidades de acidez de cada planta, tendremos una mayor floración en el caso de las plantas ornamentales, y mayores y mejores frutos y vegetales en nuestro huerto.

Si, por el contrario, se cultivan plantas acidófilas en suelos alcalinos, en los casos más extremos, con mayor diferencia entre el pH necesario para la planta y el del suelo, en sus hojas se apreciará pronto la clorosis, y la planta enfermará para finalmente morir.

Sin embargo, teniendo esto en cuenta no hay que preocuparse, pues existen múltiples manuales para poder consultar tablas de pH de todo tipo de cultivos, por lo que es sencillo conocer el tipo de sustrato que nuestras plantas requieren. Para medir el pH de tu suelo, necesitarás un reactivo o medidor de pH, muy sencillos de utilizar.

Recomendamos que midas de vez en cuando el nivel de pH del suelo, para saber si necesitas acidificarlo empleando sulfato de hierro, para posteriormente volver a medir los niveles.

Plantas ornamentales acidófilas

De entre las más conocidas plantas decorativas de carácter acidófilo, encontramos por supuesto la hortensia, pero también lo son las gardenias, camelias, brezos, azaleas, acebos, lirios de los valles e incluso los narcisos.

Estas plantas suelen preferir la semisombra y unos niveles de humedad constantes, por ello son muy habituales en muchas regiones del norte de España como macizos en los jardines, donde además les viene muy bien el agua de la lluvia como riego, agua pura y no calcárea como la del grifo.

Lo ideal es, una vez estas plantas están acomodadas a un sustrato acorde a sus necesidades de acidez, no regarlas con “agua dura” o calcárea. La solución, si no tienes más remedio que regar con agua del grifo, es echar unas gotitas de vinagre a la regadera (el cual cuenta con un pH de 2,4 a 3,5 unidades de pH) para bajar el pH. También sirven como alternativa para bajar el pH del “agua dura” el ácido cítrico o el sulfato de hierro.

Plantas hortícolas acidófilas

Pero no solamente encontramos plantas acidófilas en el jardín, también cuentas en tu huerto con una serie de plantas hortícolas y aromáticas con carácter acidófilo.

Muchas de las plantas aromáticas de tu huerta o kitchen garden tienen carácter acidófilo. Es el caso de la albahaca, el eneldo, el perejil, la menta o el perifollo.

Y en tu huerto, las berenjenas, melones, calabazas, calabacines, alubias o lechugas, también cuentan con necesidades acidófilas. Generalmente estas plantas no morirán si no cuentan con un sustrato acidófilo, pero si adaptas su sustrato a sus necesidades de pH, aumentarás las probabilidades de conseguir una buena cosecha.