La primavera ya está aquí y hay que ponerse a trabajar para poner a punto: huerto, jardín y césped. En Rocalba hemos preparado esta guía que te ayudará y acompañará en cada uno de los pasos que debes dar para disfrutar de tu espacio esta temporada.

Empezar pronto con estas tareas significa que podrás disfrutar esta primavera de tus espacios verdes al cien por cien. Las plantas podrán asentar sus raíces más rápido, el césped se recuperará de cualquier daño invernal, y el huerto comenzará a producir sus frutos.

En el jardín es momento de hacer limpieza general, podar y escoger flores y plantas de temporada. En el huerto hay que preparar el terreno y planificar la rotación de cultivos. En el césped airear el suelo, cortar y revisar el riego serán las claves. ¡Empecemos!

Preparación General del Jardín

Limpieza. Antes de nada, lo más importante es hacer una buena limpieza. Pero no se trata solo de algo estético, la retirada de residuos invernales es vital para la salud de tus plantas. Barre las hojas y retira las ramas caídas, revisa todas aquellas plantas que han cumplido su ciclo y no han sobrevivido al invierno. Además, no olvides eliminar las malas hierbas.

Estructuras. Arregla o reemplaza las herramientas dañadas, limpia los caminos y verifica si hay daños en cercas y soportes de plantas causados por el invierno. Es una tarea importante porque de esta forma tu jardín estará ordenado y preparado para el nuevo ciclo de crecimiento.

Plantas. Inspecciona sin prisa cada una de tus plantas para evaluar su estado de salud. Es momento de identificar posibles daños invernales, como ramas quebradas, o posibles signos de enfermedad y plagas.

Poda. En algunos casos una poda cuidadosa de las partes afectadas es suficiente para estimular un nuevo crecimiento saludable. En casos más graves, puede ser necesario un tratamiento específico contra enfermedades o plagas. Y recuerda, la prisa no será un buen aliado en esta tarea, algunas especies son más tardías que otras al salir de su letargo invernal.

Terreno. Verifica la textura y el drenaje del suelo, si es necesario puedes añadir compost para enriquecer. Con esta tarea podrás planificar cambios en el diseño de tu jardín, en las zonas que necesiten más cuidados después del invierno.

Selección. Al planificar tu jardín, considera la altura, el color y el tiempo de floración de cada planta para crear una composición equilibrada que ofrezca interés visual durante toda la temporada.  Puedes sembrar por ejemplo:

En marzo: Geranio, Gazania, Dalia, Aliso.

En abril: Alhelí, Don Diego, Verbena, Estatice.

En mayo: Vinca, Zinia, Portulaca, Cosmos.

Preparación del Huerto

Planificación. Es el momento de diseñar tu huerto teniendo en cuenta la rotación de cultivos, esta técnica te ayudará a mantener la tierra más fértil.

Selección. Decide qué hortalizas quieres poner en tu huerto esta temporada. Sigue el calendario de siembra para maximizar tu cosecha. Por ejemplo:

Marzo: rúcula,espinacas, lechugas o fresas.

Abril: rábano, apios, endivia o sandía.

Mayo: calabaza, calabacines, pimientos o melón.

Espacio. Algunas plantas pueden requerir más espacio para crecer, otras, pueden ocupar espacios más pequeños o incluso crecer en contenedores. Considera utilizar el método de «siembra escalonada» para ciertos cultivos como lechugas y rábanos para tener una cosecha continua a lo largo de la temporada.

Suelo. La preparación y mejora del suelo es un proceso esencial que garantiza la salud y el vigor de las plantas en los meses siguientes. Añade compost al suelo, analiza el suelo incluyendo los niveles de pH y los nutrientes clave como nitrógeno, fósforo y potasio y utiliza fertilizantes orgánicos.

¡No olvides! Es importante que elijas variedades autóctonas, investiga qué variedades funcionan mejor en tu zona y cuáles pueden soportar las condiciones climáticas específicas. Conseguirás un huerto más productivo y, sobre todo, ahorrarás en recursos tan importantes como el agua.

Cuidado del Césped

Airea. Una de las primeras tareas que debes tener en la agenda de los cuidados del césped es la aireación. Esta técnica consiste en perforar pequeños agujeros en el césped para permitir que aire, agua y nutrientes se infiltren en la tierra y lleguen a las raíces.

Resiembra.  Puede que tengas que realizar una resiembra en áreas donde el césped esté poco denso o dañado, revisa bien.

Variedades. Elegir la semilla adecuada es vital. Debes buscar variedades que sean compatibles con tu tipo de césped y las condiciones climáticas de tu región.

Fertilización. Los fertilizantes para césped están formulados para proporcionar un equilibrio óptimo de nutrientes esenciales, como nitrógeno, fósforo y potasio, que fomentan un crecimiento sano y vigoroso. Debes hacerla en el momento adecuado y en la proporción correcta; un exceso de fertilizante puede quemar el césped y dañar el medioambiente, mientras que muy poco no producirá los resultados deseados.

Riego. Un sistema bien planificado garantiza siempre que tu césped reciba la cantidad adecuada de agua sin desperdicio. El riego debe ser suficiente para mojar la raíz del césped, pero no tanto como va para provocar encharcamientos, lo que  podría provocar problemas de raíces y enfermedades fúngicas. Apuesta por el riego por aspersores programables.

¡No olvides! Un césped bien cuidado no solo mejora tu hogar, sino que también crea un espacio para realizar actividades al aire libre y juega un papel importante en la salud del ecosistema porque ofrecerá un hábitat para una variedad de insectos y fauna.

Control de Plagas.

El control ecológico de plagas es una piedra angular en la jardinería sostenible. Una estrategia eficaz es seleccionar y cultivar plantas que repelen de manera natural a las plagas específicas.

Las Friendly Flowers de Rocalba son un buen ejemplo.

Mantenimiento y Cuidados Continuos

Tan importante como llevar cumplir cada uno de los pasos que te presentamos en esta guía es seguir con cuidados continuos, el establecimiento de un programa de mantenimiento de primavera es fundamental. Es importante que:

Realices una poda de mantenimiento. Esta no solo implica la eliminación de las ramas dañadas o muertas después del invierno, sino también el adelgazamiento de las plantas para mejorar la circulación del aire y la exposición a la luz solar, lo cual es esencial para prevenir enfermedades. La poda estimula el crecimiento de nuevos brotes, asegurando que las plantas perennes, arbustos y árboles desarrollen una forma atractiva y un follaje denso. Es importante realizar esta tarea en el momento adecuado para cada especie de planta, para no perturbar su floración o crecimiento natural.

El mulching o acolchado es otra práctica esencial en el mantenimiento primaveral. La aplicación de una capa de material orgánico como paja, compost o corteza sobre el suelo alrededor de tus plantas no solo mejora la apariencia del jardín, sino que también ayuda a conservar la humedad, suprime las malas hierbas y regula la temperatura del suelo. El mulch también se descompone con el tiempo, añadiendo nutrientes y mejorando la estructura del suelo. Asegúrate de aplicar el mulch correctamente, dejando espacio alrededor del tallo de las plantas para evitar la acumulación de humedad excesiva que podría causar pudrición.

Finalmente, la implementación de un riego regular es crucial para sostener las plantas durante los períodos de crecimiento activo en la primavera. La cantidad y frecuencia del riego dependerán de las condiciones climáticas y del tipo de plantas que tengas. Un riego profundo y menos frecuente es generalmente más beneficioso que riegos superficiales diarios, ya que promueve que las raíces de las plantas crezcan más profundas y fuertes, haciéndolas más resistentes a la sequía.

La naturaleza está lista para despertar y nos ha invitado a participar de cada uno de los cambios que irán produciéndose, es la oportunidad perfecta para reconectar con la tierra. ¿Empezamos?