Con la llegada del otoño, comenzamos a sembrar en el huerto verduras y hortalizas más resistentes al frío, como coles, acelgas, lechugas, guisantes, etc. Sin embargo, y especialmente si vivimos en un lugar con clima fresco o frío, es muy útil instalar un invernadero en nuestro huerto para contar con cultivos frescos también durante los meses más fríos.

Hoy, en el blog de Rocalba, veremos más en profundidad qué es un invernadero y las posibilidades con las que cuentas para instalar uno en tu huerto, terraza, o también jardín.

¿Qué es y cómo funciona un invernadero?

Los invernaderos son estructuras o recintos que protegen a las plantas del frío invernal, las heladas, el viento, etc. En su interior, se genera un microclima que no se ve afectado por la temperatura exterior, por eso se emplean para poder desarrollar las plantas sin que tengan peligro de helarse.

Se trata de la forma ideal para poder cosechar determinados cultivos también durante el invierno, si nuestro clima es templado, o de alargar el otoño para cosechar antes de que la nieve cubra el terreno, en los climas más fríos.

¿Por qué debería tener un invernadero en mi huerto, terraza o jardín?

Para aquellos hortelanos que deseen estirar al máximo las cosechas, es ideal contar con nuestro propio invernadero en casa:

  • Podemos usarlos para proteger nuestras plantas más delicadas durante el invierno.
  • Podemos cosechar cultivos fuera de temporada.
  • También lo empleamos en verano para secar nuestras plantas aromáticas.
  • Cumple la función de guardar nuestros semilleros durante los últimos coletazos del invierno para obtener cosechas más tempranas.

¿Qué tipos de invernadero existen?

Antes que nada, hay que tener en cuenta que los invernaderos pueden adquirirse en agrotiendas o centros de jardinería, aunque también puedes fabricar el tuyo propio si cuentas con materiales de sobra para ello, o puedes conseguirlos fácilmente.

Los invernaderos se construyen con materiales translúcidos (plástico, vidrio, etc.) que dejan pasar la luz y, por tanto, acumulan el calor dentro de sus estructuras, lo cual permite contar con un ambiente y temperatura controlados, independientemente de las condiciones exteriores.

En tu centro de jardinería de confianza encontrarás invernaderos con forma de túnel, a un agua, a dos aguas, invernaderos de terraza, de diente de sierra, etc. que serán la solución ideal si no eres aficionado al bricolaje.

Sin embargo, si cuentas con los materiales adecuados, construir un invernadero en casa es sencillo, y podemos emplear varias técnicas y materiales que nos permitandisfrutar de nuestro huerto, incluso, durante el invierno.

Construye tu propio invernadero

Todos los invernaderos se caracterizan por tener una estructura que soporta el material translúcido, así como un acceso a su interior.

Para el interior necesitaremos construir o adquirir materiales para las camas o mesas en las que cultivaremos, aunque también se puede sembrar en el suelo si se prepara correctamente.

Para construir nuestro propio invernadero, necesitaremos:

  • Materiales para la estructura: madera, metal, aluminio, etc.
  • Materiales para la cubierta: plástico transparente, translúcido, placas de vidrio, metacrilato, etc.
  • Materiales para el interior: Mesas para el cultivo, sustrato, maceteros, semilleros, etc.

Es importante la situación del invernadero, ya que este necesita que le incida la luz solar para que pueda acumular el calor en su interior, buscaremos zonas orientadas al sur, y protegidas de los vientos siempre que sea posible.

Para poder disponer de nuestro propio invernadero, necesitamos una estructura que soporte la cubierta. Para poder construirla, primero limpiaremos y nivelaremos el terreno donde queramos instalarlo.

Tras preparar el terreno, el cual debe ser lo más llano posible, prepararemos las cimentaciones para la estructura y así que esta pueda aguantar el viento y la lluvia.

Para la cimentación haremos unos hoyos donde clavar los postes principales que soportarán la estructura, y luego podemos aplicar hormigón o enterrarlos para que estos sean estables y permitan a la estructura afrontar condiciones climatológicas adversas.

Una vez tenemos la estructura (a dos aguas, de túnel) ya sea metálica o de madera, la cubriremos con plástico o colocaremos placas de plástico rígido. Dentro del invernadero colocaremos unas plataformas donde poder tener nuestros semilleros y maceteros, a ser posible a una altura cercana al pecho y que de este modo resulte cómodo trabajar, aunque también podemos sembrar en el suelo, directamente.