Ya inmersos en el periodo otoñal, observamos cómo nuestro entorno comienza a adoptar tonalidades amarillas, marrones y rojizas, y aunque, dependiendo del clima en el que te encuentres verás demorarse más o menos este proceso, es inevitable que esas flores de las que hemos disfrutado durante todo el verano comiencen a marchitarse y a dar paso a las que vendrán.

Aunque en otoño contamos con múltiples opciones para decorar con plantas de flor, si deseas contar con un jardín brillante y lleno de flores la próxima primavera, no puedes despistarte: ¡es hora de sembrar bulbos de otoño!

En Rocalba somos apasionados de los bulbos y nos encanta esa bonita costumbre de preparar nuestras jardineras y contenedores con múltiples mixes de bulbos a mediados de otoño. Hoy te contamos cuáles son los más habituales y te proponemos algunos de lo más originales.

Los bulbos de otoño más populares en jardines, terrazas y balcones

Tulipanes (Tulipa): la mayoría de nosotros, cuando pensamos en bulbos de otoño, el primero que nos viene a la cabeza es el tulipán. Con unos 5.000 cultivares, el trabajo de mejora genética y varietal con esta planta hace que podamos elegir un tulipán distinto para cada primavera. ¡Son infinitos!

Jacintos (Hyacinthus): además de ser de los bulbos más conocidos, su dulce perfume y su diversidad de colores los convierten en flores ideales para combinar con otros bulbos de otoño.

Narcisos (Narcissus): los narcisos son auténticos clásicos de la primavera, muy combinados con jacintos. Aunque lo habitual es encontrarlos en tonalidades amarillas y blancas, hoy en día existen tantos cultivares que puedes encontrarlos hasta con el centro naranja ¡y hasta rosa!

Crocus/crocos (Crocus spp.): conocidos también como rosas del azafrán (éste es una de sus variedades, el Crocus sativus), puedes encontrarlos en una gran variedad de colores: lilas, amarilos, blancos, morados, con estampados rayados, etc. No infravalores los bulbos de crocus por su pequeño tamaño. ¡Van a sorprenderte!

Muscaris (Muscari latifolium): también conocidas como nazarenos, se trata de pequeños bulbos que al crecer producen pequeñas y compactas espigas florales en tonalidades que van desde azules a violetas (también las hay blancas).

Bulbos de otoño para innovar la próxima primavera

Anémonas (Anemone coronaria): algo menos conocida que sus hermanas de la parte superior, las anémonas tienen no obstante un gran número de cultivares, los más conocidos los de Caén y Santa Brígida.

Freesias (Freesia hybrida): con una agradable fragancia, las freesias, nativas de África, son de las primeras en florecer en la primavera temprana. Puedes elegir múltiples colores de flores para combinar en macetas y jardineras.

Fritillarias (Fritillaria imperialis): la fritillaria es una de las bulbosas más altas para sembrar en otoño, pudiendo alcanzar hasta un metro de altura. Sus flores acampanadas y pendulares aportan a cualquier jardín un toque distinto al habitual.

Iris (Iris germanica): la gran belleza de sus flores, con formas similares a algunas orquídeas, convierten a los lirios en maravillosas plantas para el jardín de primavera, pero eso ya te lo hemos contado en “El lirio, una flor estilizada para inundar nuestros balcones”.

Ranúnculos (Ranunculus asiaticus): los ranúnculos o francesillas son muy apreciadas como flor cortada por su espectacular floración en forma de roseta. Un consejo con estas plantas: aunque no debemos encharcarlas, es necesario que el sustrato no se seque por completo.

Amaryllis (Hippeastrum spp.): las grandes flores de los amaryllis nos hacen soñar con la belleza de sus colores blancos, rojos y rosados, unos colores que sin duda casan con… la Navidad. ¡Espera! ¿sabías que los bulbos forzados de amaryllis se han convertido en un must de la decoración navideña? Con las condiciones de cultivo adecuadas puedes forzarlos a florecer en estas fechas señaladas.