Con la llegada del calor, las plantas del huerto necesitan un aporte extra de agua.

La evaporación del agua de riego es mucho mayor durante la temporada estival, por lo que aquellos que contamos con un huerto en una parcela, terraza, jardín o balcón, debemos de prestar mayor atención a las necesidades hídricas de nuestras plantas, incrementando la frecuencia de riego.

Desde Rocalba, tratamos de aplicar técnicas que nos permitan la máxima eficiencia en el uso del agua de riego, un recurso cada vez más escaso que debemos emplear con conocimiento y responsabilidad.

En el artículo de hoy os contamos algunas estrategias de riego, unas más caseras y otras más tecnológicas, pero todas encaminadas al mismo objetivo: un empleo optimizado del agua en el huerto, aprovechando en la mayor medida tan valioso recurso.

Aspectos importantes para ahorrar agua en el huerto

A continuación, te contamos ciertos aspectos que debes tener en cuenta a la hora de planificar el riego en el huerto, algunos muy básicos y otros no tanto.

El momento del riego es importante

Especialmente cuando hace más calor, lo idóneo es regar a primera o última hora del día. Si regamos en las horas centrales corremos el riesgo de una rápida evaporación del agua impidiendo que nuestras plantas reciban la cantidad que necesitan. Además, el sol puede producir un efecto lupa en las hojas, quemándolas.

Unos cultivos necesitan mayor cantidad de agua que otros

Respeta los marcos de plantación de las plantas, y asocia aquellas que tengan necesidades hídricas similares. Una idea bastante bien establecida es contar con tres zonas distintas de cultivo: unas que requieren una mayor cantidad de agua, como tomates o calabacines; otras con necesidades intermedias y otras con una baja necesidad hídrica, como ajos y cebollas.

Proteger el suelo es fundamental

Las buenas condiciones de nuestros suelos, independiente de si son más arenosos o arcillosos, son importantes. Aplicar compost, hummus de lombriz, etc. en la tierra puede ser muy interesante, pues además de mejorar la capacidad de retención del agua, también optimiza la absorción de nutrientes.

Otra forma de proteger el suelo es el acolchado o mulching, que puedes hacerlo con materiales orgánicos, como un mantillo de hojas, serrín, cortezas, por ejemplo, o con materiales inorgánicos empleando piedras o distintos tipos de gravas. El mulching es conveniente tanto en invierno como en verano, pues en ambos casos protege la capa superficial del suelo, disminuyendo en verano la evapotranspiración del agua y protegiendo en invierno la capa superficial del frío. El acolchado además es útil para minimizar la aparición de plantas adventicias, las injustamente conocidas como “malas hierbas”.

El sistema de riego más eficiente: riego por goteo

El riego por goteo es hoy en día el más eficiente para regar nuestras plantas, por la distribución homogénea del agua en nuestros cultivos en el lugar exacto donde éstas lo necesitan.

Este sistema minimiza la evaporación del agua y mantiene los niveles de humedad óptimos en el suelo, ahorrando tiempo y esfuerzo una vez ya está realizada la instalación. La toma de agua puede partir de un grifo o de un depósito, dependiendo de la disponibilidad o ubicación de la parcela.

Con este sistema, es conveniente revisar periódicamente la colocación de los tubos que transportan el agua, pues pueden desplazarse de su lugar debido a múltiples factores. De este modo también es más fácil detectar una fuga si se diera el caso.

Aprovecha el agua de todas las maneras posibles

Puedes reciclar y ahorrar agua de múltiples formas, recolectando el agua de lluvia, reutilizando el agua que empleamos al cocer alimentos, el agua del deshumidificador, el agua de la ducha que dejamos correr hasta que comienza a salir caliente… solo tienes que proponértelo.

¡Es más fácil de lo que piensas!